MBM Interiorismo y Rehabilitación -

Alodia Navamuel Garín

Una experiencia nefasta.

Hace ya dos años que nos reformaron el baño y los desperfectos no han dejado de aparecer.

La atención de primeras es muy buena y la respuesta bastante rápida, sin embargo, tras finalizar la obra tuvimos varios problemas y llamamos sucesivas ocasiones para que vinieran a resolverlos y nunca vinieron. Una vez que han cobrado les deja de importar el cliente y el estado de su trabajo.

Los materiales utilizados dejan mucho que desear. Los interruptores son del material más cutre y dan sensación de fragilidad (nunca nos preguntaron por los interruptores que queríamos). La goma que hace de freno al colgar el grifo sustituto del bidet se ha roto en apenas dos años y ya no se sujeta bien.

La taza del wáter se desplaza cada vez que te sientas con apenas dos años de uso. Además, nos aconsejaron poner el mueble-lavabo grande y nos aseguraron que las dimensiones eran adecuadas para nuestro cuarto de baño. Pues bien, dos personas de la casa no podemos utilizar ese baño porque las rodillas nos pegan con el mueble por distancia insuficiente con la taza y debemos sentarnos de lado.

El radiador: durante la obra se dieron cuenta de que lo estaba colocando del revés, los obreros hicieron algún comentario al respecto pero decidieron no corregirlo. Queda cutre y chapucero tener la entrada y salida de agua en mitad del baño pudiendo haber puesto el radiador invertido y que estuviera en un rincón.

A la hora de elegir el suelo elegimos dos baldosas, unas antideslizante para la ducha y otras con terminación brillo para el baño. Durante la obra y sin consultarnos (lo descubrimos meses después) nos colocaron TODO el baño con baldosas antideslizantes haciendo que sea un baño imposible de limpiar y que agarra cualquier mínima suciedad que hay en los zapatos.
Cuando les llamamos para pedir explicaciones dijeron que si no se les quedaban paquetes de baldosas a medias.
Hubiéramos preferido pagar de más por tener un suelo en condiciones en lugar de esta solución cutre y asquerosa que decidieron colocar sin preguntarnos.

También no dejaron todo el baño con marcas de rotulador de haber marcado la altura del techo. Creo que lo mínimo sería haberlo limpiado las marcas.

Pusimos grifo junto a la taza para sustituir el bidet que tradicionalmente habíamos tenido. La manguera del grifo arrastra el suelo por 3 o 4 centímetros. Hubiera costado poco poner una manguera más corta o subir un poco el anclaje. Otra cutrez.

Llegados a este punto, ponemos bastante en duda la calidad de sus trabajos y quedó más que comprobado cuando tras un par de semanas de uso el baño comenzó a oler a tubería, olor que a día de hoy sigue siendo bastante fuerte. Supongo que, al igual que con todo lo demás, no habrán realizado una correcta instalación de los sifones y por ello nos suben todos los olores a desagüe.

Tras detectar todo estos fallos, como ya he comentado, llamamos para quejarnos y no hicieron más que ignorarnos. En más de 6 ocasiones nos dijeron “en unos días vamos a solucionarlo” y nunca vinieron. Al final nos resignamos y nos cansamos de insistir.

En resumen, si queréis una obra barata, cutre y chapucera es vuestro lugar. A nosotros no nos queda más remedio que aprender de la experiencia y esperar el momento de poder volver a reformar el baño entero, que es la única forma de corregir todos los fallos y errores de albañilería que nos hicieron en casa.

Una experiencia más que desagradable.

Ivantxu Gracia

De lo mejor que hay en Zaragoza.